miércoles, 9 de abril de 2014

08/04/2014. Polluela pintoja y patos colorados en Coreses

Los que seguís este espacio quizá estéis familiarizados con unas pequeñas graveras inundadas que hay a medio camino entre Zamora, capital, y la localidad de Toro, en el término municipal de Coreses. Es un lugar que frecuentamos de vez en cuando y del que, personalmente, ya os he hablado aquí varias veces. En muchas ocasiones da observaciones de interés y siempre he sostenido que deberíamos visitarlas más a menudo. El asunto es que  muchas están valladas y no se puede acceder, por lo que a saber que puede haber por ahí dentro. De todas formas, tenemos un buen puñado de ellas que sí son visitables (siempre con el cuidado que requiere acercarse a una explotación de estas) y que ayudan a pasar una buena mañana, como ha sido la de hoy.
Si juntas las fechas en las que estamos con charcas con agua y vegetación palustre, es muy probable que tengas un buen rato de bicherío. Esta mañana, en un pequeño paseo por el lugar, he observado en un momento 47 especies de pájaros aquí, y sin esmerarme demasiado. Dos de esas especies, de las que me gustan a mi, de las menos citadas en nuestra provincia.
Al poco de llegar y cuando revisaba la primera de las charcas, vi un galápago leproso encaramado a los carrizos. Deleitándome con su observación estaba cuando veo que, detrás de él, se mueve algo. Al momento, una bella y esquiva avecilla asoma de entre la vegetación y se expone por unos 5 segundos al sol. Se trataba de una polluela pintoja, pequeño rálido (de la familia de las fochas, gallinetas y rascones) de hábitos ocultos que es difícil de detectar aunque, su presencia, debe ser regular pero muy escasa en Zamora, durante los pasos migratorios. Tenemos poquísimas observaciones de esta especie en nuestros registros pero es muy probable que sea por falta de interés en buscarla en las fechas adecuadas. 
En lo que apareció reaccioné como un resorte a coger la cámara pero, cuando enfoqué, ya no estaba en el lugar. A los pocos segundos, volví a verla caminando paralela al agua pero sin asomarse, muy tapada por la vegetación. Solo era posible observarla con el telescopio. Desapareció enseguida, típico de un fantasma como este.
La segunda sorpresa del día me esperaba al finalizar mi recorrido lagunar, en la última parada. Aquí, me encontré con 3 patos colorados, 2 hembras y un macho. Esta es otra especie con pocas observaciones en nuestra provincia aunque, los últimos meses, están siendo prolíficas en ellas ya que, además de estos 3, se han visto 3 más en Villafáfila, de los cuales un macho está aún allí. Para que os hagáis una idea, tenemos las mismas citas, aproximadamente, de gaviota cana que de pato colorado, siendo la primera muchísimo más escasa a nivel nacional que el segundo.
Los patos, a diferencia de la polluela, se dejaron ver muy bien y se portaron de maravilla hasta que me fui. Dejo unas fotos de estas bellas aves.







Y la tercera observación más prestosa de la mañana, los galápagos leprosos. Es la primera vez que puedo mostrároslos aquí, así que estoy contento. Vi 3 ejemplares en total pero, seguramente, habría más con la subida de las temperaturas a lo largo de la mañana. Dejo fotos de todos.


Volviendo a las aves, obtuve datos de interés fenológico. Por ejemplo, anoté el primer carricero tordal del año, ya que pude oír dos ejemplares en dos charcas diferentes. Además oí también mis primeros ruiseñores comunes, que apenas se oyeron un par de días antes en otro lugar de la provincia y, para mi, mis primeros aviones zapadores. En la foto uno de ellos.

También otras estivales como: torcecuello, garza imperial, águila calzada, chorlitejo chico, cuco común, abubilla, golondrina común y mosquitero ibérico.
Foto testimonial de una de las dos garzas imperiales que vi.

Momento primaveral la danza de los somormujos lavancos.

El ave acuática más abundante aquí, la focha común.

Y lo más parecido a una polluela que puedo mostraros, la gallineta común.

Y un par de vistas de la charca donde vi los galápagos y la polluela. 

En la orilla de enfrente, estaban los reptiles y el ave.

El resto de la mañana la dediqué a hacer un reconocimiento por una de mis cuadrículas asignadas para colaborar en el "III Atlas de las Aves Reproductoras de España" y pasé por términos municipales de: Coreses, Algodre, Gallegos del Pan, Villalube y Malva. Aquí no vi nada reseñable pero añadí 8 especies más a la lista de la mañana, arrojando una cifra final de 55 especies. ¡Esto es primavera pura!
Todavía pude sacar media hora por la tarde y me acerqué a Timulos, en el Duero toresano. La única intención era sumar una especie fácil para el Big Year y lo logré, el martinete. Hace la especie nº 173. De momento estoy contento con la cifra porque me faltan muchas estivales e, incluso, alguna residente muy fácil como el (maldito por este año) martín pescador.
En Timulos, 3 martinetes y 5 garzas imperiales, como aves de interés. Además, las garzas reales en los nidos, las calzadas con las paradas nupciales y los milanos negros que lo llenan todo.
Foto de dos martinetes: ave de segundo año (subadulto) a la izquierda y ave adulta el de la derecha.

Un milano negro.

Y una paloma torcaz.

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